La Comisión Europea ha presentado una propuesta integral para reformar la Unión Aduanera, una pieza esencial del proyecto europeo que garantiza la libre circulación de mercancías y protege el Mercado Único. En un contexto de creciente presión sobre las autoridades aduaneras —marcado por el auge del comercio electrónico, la transición ecológica y digital y la necesidad de reforzar la seguridad y la fiscalidad—, esta reforma busca modernizar profundamente el sistema aduanero europeo.
La Unión Aduanera, en funcionamiento desde 1968, ha sido clave para la prosperidad y competitividad de la UE. Sin embargo, se enfrenta a retos crecientes: una mayor carga normativa, una fragmentación en los controles entre Estados miembros, deficiencias en los sistemas informáticos y la falta de visibilidad sobre las mercancías que entran y salen del territorio comunitario. Esta situación compromete la eficacia de las políticas medioambientales, sanitarias y comerciales de la UE y debilita su poder como actor global.
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ya señaló en sus directrices políticas que “ha llegado el momento de reforzar la unión aduanera con un enfoque europeo integrado”. La nueva propuesta legislativa responde a este mandato, tras años de análisis técnico, diálogo con los Estados miembros y aportaciones de expertos independientes.
La reforma no sólo simplifica el actual Código Aduanero de la Unión, sino que también introduce nuevas herramientas tecnológicas, fortalece la cooperación entre autoridades y alinea el sistema con los objetivos verdes y digitales de la UE.
Medidas clave de la reforma aduanera
- Revisión del Código Aduanero de la Unión (CAU): simplificación de normas y reducción de cargas administrativas, en línea con los objetivos del programa REFIT.
- Supresión del umbral de 150 euros para exención de aranceles en las importaciones de comercio electrónico, cerrando una vía de elusión fiscal y favoreciendo la competencia leal.
- Refuerzo del control de las mercancías mediante una supervisión centralizada de la cadena de suministro y mayor capacidad de análisis de riesgos.
- Armonización del tratamiento fiscal y aduanero para las ventas B2C de bienes importados desde terceros países, con obligaciones claras para plataformas digitales.
- Integración tecnológica: uso más eficaz de los datos aduaneros, interoperabilidad entre sistemas y desarrollo de herramientas comunes entre los Estados miembros.
- Mayor coordinación con otras políticas de la UE, como la vigilancia del mercado, la lucha contra la deforestación, la trazabilidad digital de productos, el ajuste en frontera del carbono y la lucha contra el trabajo forzoso.
- Fortalecimiento de la gobernanza aduanera: creación de estructuras comunes y mejora de la cooperación entre autoridades aduaneras, fiscales, de vigilancia del mercado, Europol y Frontex.
Esta reforma representa un paso estratégico hacia una Unión Aduanera más ágil, digitalizada, equitativa y eficaz, preparada para afrontar los retos económicos, medioambientales y geopolíticos de las próximas décadas.